Neumonía

  • Publicado el 04 de Octubre de 2009

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La pneumònia és un tipus d'infecció respiratòria aguda que afecta als pulmons. Aquests estan formats per petits sacs, anomenats alvèols, que -en les persones sanes- s'omplen d'aire al respirar.

La neumonía es un tipo de infección respiratoria aguda que afecta a los pulmones. Éstos están formados por pequeños sacos, llamados alvéolos, que —en las personas sanas— se llenan de aire al respirar. Los alvéolos de los enfermos de neumonía están llenos de pus y líquido, lo que hace dolorosa la respiración y limita la absorción de oxígeno.


La neumonía es la principal causa individual de mortalidad infantil en todo el mundo. Se calcula que mata cada año a unos 1,8 millones de niños menores de cinco años, lo que supone el 20% de todas las defunciones de niños menores de cinco años en todo el mundo. Cada año, se producen unos 155 millones de casos de neumonía infantil en el mundo. La neumonía afecta a niños —y a sus familias— de todo el mundo, pero su prevalencia es mayor en el África subsahariana y Asia meridional. Puede prevenirse mediante intervenciones sencillas y tratarse con medicación y cuidados de costo bajo y tecnología sencilla.


Causas
Diversos agentes infecciosos —virus, bacterias y hongos— causan neumonía, siendo los más comunes los siguientes:

 

  • Streptococcus pneumoniae: la causa más común de neumonía bacteriana en niños;
  • Haemophilus influenzae de tipo b (Hib): la segunda causa más común de neumonía bacteriana; 
  • Pneumocystis jiroveci: un hongo que es una causa importante de neumonía en niños menores de seis meses con VIH/SIDA, responsable de al menos uno de cada cuatro fallecimientos de lactantes seropositivos al VIH. 

 

Transmisión


La neumonía puede propagarse por diversas vías. Los virus y bacterias presentes comúnmente en la nariz o garganta de los niños, pueden infectar los pulmones al inhalarse. También pueden propagarse por vía aérea, en gotículas producidas en tosidos o estornudos. Además, la neumonía puede propagarse por medio de la sangre, sobre todo en el parto y en el período inmediatamente posterior. Se necesita investigar más sobre los diversos agentes patógenos que causan la neumonía y sobre sus modos de transmisión, ya que esta información es fundamental para el tratamiento y la prevención de la enfermedad.


Síntomas


Los síntomas de la neumonía vírica y los de la bacteriana son similares, si bien los de la neumonía vírica pueden ser más numerosos que los de la bacteriana.
Son síntomas de neumonía los siguientes:

 

  • respiración rápida o dificultosa
  • tos 
  • fiebre 
  • escalofríos 
  • pérdida de apetito 
  • sibilancia (más común en infecciones víricas). 

 

En casos de neumonía grave, los niños pueden presentar tiraje subcostal; es decir, depresión o retracción de la parte inferior del tórax durante la inspiración (en una persona sana, el pecho se expande durante la inspiración). En lactantes, la neumonía puede ocasionar incapacidad para consumir alimentos o líquidos, así como pérdida de consciencia, hipotermia y convulsiones.


Factores de riesgo


La mayoría de los niños sanos pueden combatir la infección mediante sus defensas naturales, pero los niños inmunodeprimidos presentan un mayor riesgo de contraer neumonía. El sistema inmunitario del niño puede debilitarse por malnutrición o desnutrición, sobre todo en lactantes no alimentados exclusivamente con leche materna.


La presencia previa de enfermedades como sarampión o infecciones de VIH asintomáticas también aumentan el riesgo de que un niño contraiga neumonía.


Los factores ambientales siguientes también aumentan la susceptibilidad de los niños a la neumonía:

 

  • vivir en hogares hacinados
  • la contaminación del aire interior ocasionada por el uso de biomasa (como leña o excrementos) como combustible para cocinar o calentar el hogar 
  • el consumo de tabaco por los padres. 

 

Tratamiento


La neumonía puede tratarse con antibióticos, los cuales suelen recetarse en centros de salud u hospitales, pero la inmensa mayoría de los casos de neumonía infantil pueden tratarse eficazmente en el hogar. Se recomienda la hospitalización de los lactantes de dos meses o menos, así como de los casos muy graves.


Prevención


La prevención de la neumonía infantil es un componente fundamental de toda estrategia para reducir la mortalidad infantil. La inmunización contra la Hib, neumococos, sarampión y tos ferina es la forma más eficaz de prevenir la neumonía.


Una nutrición adecuada es clave para mejorar las defensas naturales del niño, comenzando con la alimentación exclusiva con leche materna durante los seis primeros meses de vida; además de prevenir eficazmente la neumonía, reduce la duración de la enfermedad.


También puede reducirse el número de niños que contraen neumonía corrigiendo factores ambientales como la contaminación del aire interior (por ejemplo, proporcionando cocinas de interior limpias a precios asequibles) y fomentando una higiene correcta en hogares hacinados.


A los niños infectados con el VIH se les administra el antibiótico cotrimoxazol diariamente para reducir el riesgo de que contraigan neumonía.


Costos económicos


Hay investigaciones que han determinado que la prevención y el tratamiento adecuado de la neumonía pueden evitar un millón de fallecimientos de niños al año. Únicamente mediante el tratamiento adecuado pueden evitarse 600 000 muertes al año.


Se calcula que el costo de tratar a todos los niños del mundo enfermos de neumonía es de unos 600 millones de dólares EE. UU. Tratar la neumonía en el África subsahariana y Asia meridional —donde se producen el 85% de los fallecimientos— costaría la tercera parte de esta cantidad, unos 200 millones de dólares. Esta cifra incluye el costo de los propios antibióticos y también la formación de los profesionales sanitarios, que fortalece los sistemas de salud en su conjunto.


Respuesta de la OMS


En 2007, la OMS y el UNICEF crearon el Plan de acción mundial para la prevención y el control de la neumonía (GAPP), cuya finalidad es acelerar el control de la neumonía en el contexto de intervenciones integradas en pro de la supervivencia infantil. La OMS trabaja también en el fomento de:

 

  • la inmunización
  • la elaboración de directrices para el tratamiento de casos de neumonía 
  • la lactancia materna 
  • la reducción de la contaminación del aire interior 
  • el tratamiento antibiótico preventivo de niños infectados con el VIH. 

 

Para mayor información, contactar:


WHO Media centre


Teléfono: +41 22 791 2222
E-mail: mediainquiries@who.int